Los tiempos han cambiado, la revolución digital modificó el mundo como lo conocíamos, ahora todo transcurre a través de una pantalla, y todo se hace vía web. Sin embargo esto trae sus peligros,como por ejemplo: el fraude en internet.
A medida que evolucionan las redes digitales, nos enfrentamos a la paradoja de que frente al mayor desarrollo tecnológico también se incrementa nuestra vulnerabilidad digital, ante cualquier persona o agente malicioso que quiera usar nuestra información personal para su beneficio.
Por ello, es importante que conozcan bien hasta qué punto podemos ser víctimas del fraude en internet. Y en este artículo, justamente nos enfocaremos en hablar sobre en qué consiste esta conocida modalidad de robo, cuáles pueden ser sus consecuencias y cómo te puedes proteger de ser víctima de él.
Qué es el fraude en internet
Michael Levi, del School of Social Sciences del Cardiff University Wales UK (Reino Unido), y sus colegas, explican que una característica clave del fraude en internet es que se puede globalizar, a menos que existan diferencias nacionales importantes en el atractivo de los objetivos o en la organización del control.
Sin embargo, esto no significa que todo el fraude en internet sea internacional: no solo algunos involucran interacciones cara a cara en alguna etapa del ciclo delictivo, sino que, en los fraudes de venta en subasta en línea, parece ser común que los perpetradores y las víctimas residan en el mismo país.
¿Qué puede hacer la policía?
Después de revisar los patrones y los costos de la victimización y sus implicaciones para el control, Levi, del School of Social Sciences, concluye que cualquier respuesta policial ante el fraude en internet debe comenzar por ser estratégica.
También comenta que otros organismos del sector público y privado deberían participar y señalar cuáles deberían ser las funciones y responsabilidades específicas de la policía.
Por otro lado plantea: ¿Qué estamos dispuestos a pagar (en dinero y esfuerzo) para una mayor seguridad cibernética?, ¿cómo se puede reducir la "falla del mercado" en su oferta?; y ¿cómo se organizará esa seguridad para/por el gran número de empresas y personas que se ven (potencialmente) afectadas?.
Protegernos del fraude en internet
Es vital estar preparados para poder mantenernos a salvo del fraude en internet, por lo que recomendamos lo siguiente.
Recomendaciones
No muerda el anzuelo
No habrá enlaces, imágenes o archivos adjuntos de contactos desconocidos, o simplemente si tiene alguna sospecha.
Cambie sus contraseñas y use contraseñas seguras
Evite usar contraseñas fáciles de adivinar, como "Contraseña", su fecha de nacimiento, etc. La contraseña de números más común, según un estudio reciente, fue 123456. Y varias de las 10 contraseñas principales fueron combinaciones de números relacionados.
Use sitios que contengan solo URL ‘HTTPS’
Si está en un sitio en el que desea realizar una compra o ingresar información personal, asegúrese de que se muestre el ícono seguro y que las primeras letras que preceden a "www" sea “https: / /”.
Manténgase actualizado sobre las estafas actuales
Algunas de las estafas comunes pueden ser servicios de citas, servicios informáticos, organizaciones de caridad e incluso personas que se hacen pasar por agentes gubernamentales como la Agencia Tributaria de Canadá (CRA).
Mantenga la información personal de manera confidencial
A menos que tenga mucha confianza en el sitio que está utilizando, tenga cuidado al ingresar información en sitios que buscan su información personal.Tenga especial cuidado con los sitios que solicitan información financiera, dirección y fecha de nacimiento o segundo nombre.
No responda las llamadas telefónicas sobre su computadora solicitando conexiones remotas
A menos que haya contratado a una empresa de TIC para arreglar la computadora de su hogar, cualquiera que llame por teléfono para intentar obtener acceso remoto a su computadora personal debe considerarse sospechoso
Tenga cuidado con las solicitudes de pago inusuales
Desconfíe de cualquier comerciante o sitio web que acepte formas de pago fuera de lo común como bitcoins u otras monedas electrónicas, tarjetas de débito precargadas, tarjetas de regalo o tarjetas de iTunes, PayPal o Square
